El reto de buscar las causas de los fallos de implantación y abortos de repetición

El reto de buscar las causas de los fallos de implantación y abortos de repetición

Por qué no consiguen implantarse los embriones si son de buena calidad, o por qué se implantan y la gestación se detiene a las pocas semanas y se produce un aborto. Tanto la mujer, como el hombre y el embrión son los pacientes de estos dos escenarios. Siempre hay una causa y supone un importante reto encontrarla.

Aunque se trata de circunstancias distintas, tanto los fallos de implantación como los abortos de repetición suponen la no consecución de un embarazo viable, y en ambos casos es necesario un estudio multidisciplinar para desvelar los motivos y solucionarlos.

Se considera fallo de implantación cuando no se logra el embarazo tras tres transferencias de embriones de buena calidad. Mientras que el aborto de repetición es la pérdida espontánea de dos o más gestaciones consecutivas antes de la semana 20 de gestación. La ciencia y la tecnología de hoy día permite realizar un diagnóstico para tratar este tipo de problemas y conseguir un embarazo evolutivo a término y el nacimiento de un bebé sano.

Un diagnóstico personalizado es clave en el estudio del fallo de implantación y el aborto de repetición. El estudio debe empezar con una recogida de datos clínicos: antecedentes familiares, valoración de la exposición ambiental y laboral a tóxicos, o valoración de los hábitos de vida antes de entrar en aspectos más concretos. En ocasiones, los trastornos metabólicos, como la diabetes, hipercolesterolemia, hipertensión, problemas de la tiroides y alteraciones del peso corporal, pueden limitar la capacidad reproductiva de algún miembro de la pareja, reduciendo la implantación embrionaria y aumentando el riesgo de aborto. En estos casos, el asesoramiento nutricional personalizado puede ayudar a optimizar los resultados de la transferencia.

Dentro del estudio multidisciplinar, la genética juega un papel esencial. Los test genéticos pueden identificar la causa de estos problemas reproductivos, revelando si los embriones son portadores de anomalías cromosómicas que traen consigo un aborto o una malformación severa.

Estudios diagnósticos

  • Anatómico y endometrial. El estudio de la cavidad uterina es fundamental para detectar la existencia de posibles alteraciones anatómicas en el útero o en las trompas de Falopio, o bien patologías que pueden haber pasado desapercibidas: endometriosis, hidrosálpinx (pequeños pólipos uterinos), adenomiosis (engrosamiento uterino por presencia de tejido endometrial), o un endometrio de mala calidad. La histerosalpingografía (examen por rayos X del útero y de las trompas de Falopio), la histeroscopia (visualización directa del canal cervical y de la cavidad uterina donde el embrión tiene que anidar), o la resonancia magnética, son pruebas que pueden aportar mucha información.
  • Factor masculino. Además del seminograma (análisis del semen), existen varias pruebas como es el estudio de cariotipo, que examina las características de los cromosomas para descartar posibles alteraciones, la FISH en espermatozoides para determinar su dotación cromosómica, el estudio de la fragmentación del DNA espermático.
  • Compatibilidad genética. En este tipo de casos complejos está indicado el estudio genético de la pareja por comprobar la existencia o no de algún tipo de alteración cromosómica. De ser así es necesaria la aplicación del test genético preimplantacional (PGT-A) que permita seleccionar los embriones libres de anomalías en su carga genética.
  • Análisis embrionario. La mayoría de los fallos de implantación y de los abortos de repetición son debidos a una alteración cromosómica del embrión durante su proceso de formación. En estos casos es necesario realizar la selección de los que son cromosómicamente normales y, por lo tanto, viables.
  • Estudio de factores autoinmunes. En este tipo de trastornos los problemas se producen cuando las células inmunes maternas no cooperan y la unión entre las células maternas y embrionarias no se produce de manera correcta. De darse este problema es necesario diseñar tratamientos específicos orientados a mejorar el entorno para que el embrión se aloje correctamente en el útero.
  • Estudio de trombofilia. Consiste en descartar la presencia de alguna alteración genética o adquirida que predisponga a un estado de hipercoagulabilidad sanguínea.

La Unidad de Reproducción Montpellier somos especialistas en los casos más complejos de infertilidad. Nuestro centro está dotado de innovadora tecnología y departamento de Genética Reproductiva para el abordaje de los fallos de implantación y abortos de repetición. Con toda la información recabada estudiamos y valoramos cada caso de forma personalizada para dar solución a este tipo de infertilidad, para diseñar el tratamiento que pueda conseguir el éxito final.